Pero un día de Octubre estando en clase me dijo un compañero, he visto en el periódico que hay un curso para torear, me llamó la atención y lo primero que hice al salir de clase fue ir al kiosko a comprar el periódico.
Leí la noticia, la consulté a mi madre y me apunté. Yo nunca había oído hablar de los Aficionados prácticos, y para mi era una experiencia nueva.
Fui el primer día, un sábado de octubre de 2011 a La Cistérniga (Valladolid), iba como maestro Jorge Manrique. Yo iba con las manos en los bolsillos, sin capote ni muleta porque no tenía, y con ganas de aprender a torear. Era el primer día que cogía los trastos, con 17 años, un poco tarde pero con la ilusión de un niño. Hubo mas clases, aprendí de Ricardo Maldonado, Santiago Castro "Luguillano", Andrés Vázquez y Javier Herrero. Y me notaba con más soltura. Por supuesto que también aprendí de otros aficionados prácticos que me acogieron muy bien. Felipe, el organizador del Taller, Juan, Charly, Paco,Nacho y muchos más.
Y llegó el día del tentadero final, y mi debut. Una muy fría mañana de Noviembre en la finca de El Taru en Valladolid. Como maestros del tentadero estaban Curro Díaz y Ricardo Maldonado, que nos estuvieron aconsejando delante de las becerras. Me sorprendió que no estaba nervioso a pesar de torear de los últimos. Salió la becerra y lo único que pensé fue en que tengo que disfrutar, nada más. Y disfruté. Salí muy contento ya que había cumplido mi objetivo, el poder torear a un animal bravo, aunque fuese a una mamona. Ese día mis compañeros del taller me animaban a apuntarme a la escuela taurina, que tenía maneras, y desde ese día estaba mas convencido de que yo quería ser torero.
Pero pasaban los meses, y no cogía una muleta por que no la tenía principalmente. La que usé en el taller era prestada. Pero un día de Julio de 2012, el organizador del taller, Felipe, me dijo que el sábado se iba a Salamanca a torear unas vacas y que fuera, y yo dije que sí. Mis padres me dieron un capote que me habían comprado y yo rápido fui a comprar una muleta y una ayuda, todo por supuesto, de segunda mano. Me acuerdo que me avisó un miércoles y el sábado se toreaba. Yo esos dos días entrenaba en el local de la frutería de mi padre, 7 meses después de haber toreado la becerra, y volviendo a empezar.
Llegó el Sábado el día de torear, y no me levanté nervioso tampoco. Sabía que si pude disfrutar el día del debut, podía disfrutar hoy, a pesar de que cambiaba de encaste, esta vez era Vega-Villar.
Toree con Felipe, Nacho y el sobrino del ganadero, y ese día también salí con buenas sensaciones. Estuve muy a gusto y mis compañeros solo hacían que darme consejos. Cada vez estaba mas convencido de que quería estar en la Escuela de tauromaquia.
Este verano a partir de torear la vaca empecé a entrenar, no muchos días ya que estaba centrado en mis estudios,en acabar bien el bachillerato. Y le aprobé!!
El aprobar el curso hizo posible que mis padres me dejaran llamar al maestro José Ignacio Sánchez para que entrase en la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.
Como me dijo que hasta noviembre no empezábamos, me apunté a otro curso de Aficionados Prácticos, organizado también por Felipe, esta vez en Tudela de Duero. Seguía aprendiendo con el capote, con la muleta y por primera vez en mi vida cogía las banderillas, aunque fuese al carretón. Aprendí de maestros como Mario Campillo, Pablo Santana, Suso, David Picón o Joselillo.
El día del tentadero era en la plaza de Tudela de Duero y las añojas fueron de El Raso de Portillo, procedencia Santa-Coloma. Ese día las paraba Mario Campillo, y ha sido el día que menos a gusto me encontré. Salí muy enfadado y pensando ya que no conseguí entender a la vaca, que presentaba complicaciones. Los días después del tentadero fueron duros para mí, me acababa de apuntar en la escuela de tauromaquia, y tuve muchas dudas e inseguridad delante de la vaca.
2 semanas después toree mi cuarta vaca, esta vez en Miraflores de la Sierra, en el día del aficionado práctico. Tras mis dudas en la vaca anterior me volvía a poner delante de una vaca. Pero apenas lo noté, me volví a encontrar bien e incluso algún pase bueno hice. También estaba acompañado ese día de Felipe y Nacho, que me volvieron a dar buenos consejos. Ese día presenció el tentadero el maestro David Mora. Salí contento aunque sabía que podía dar mucho más.
Esta ha sido mi experiencia como aficionado práctico, un año duró y en el que he conseguido aprender de maestros como de aficionados. Además de conocer a gente muy buena y taurina.
Por eso cuando hoy he ido a La Flecha, me ha dado una alegría volver a ver a estos aficionados entrenar con el capote y con la muleta, y poder entrenar y aprender de ellos. Como toreros que enseñaban se encontraban Mario Campillo, Carlos Doyague, Pablo Santana, David Picón, Suso,El Muelas y Juan Cantora.
A pesar de no estar apuntado al taller por razones lógicas. Mario Campillo me dio permiso para asistir a la clase de hoy y así poder seguir creciendo y aprendiendo tanto de ellos como de los aficionados. Desde aquí felicitarle por la gran organización del taller, y de la idea de seguir haciendo cursos de aficionados prácticos, muy necesarios en este momento.
Esta semana seguiré entrenando en La Escuela, pero sabiendo que he sido aficionado práctico y que gracias a ellos puedo decir que entreno en Salamanca. Si ese Octubre de 2011 no hubiera entrado al Taller, estoy seguro que no estaría donde estoy actualmente.