miércoles, 27 de febrero de 2013

Conversaciones en la estación

Miércoles 27 de febrero, 13:40, estación de trenes de Valladolid. Me dispongo a esperar al tren con la bolsa de los trastos cuando se me acercan 6 hombres mayores para hablar un rato de toros conmigo. Yo encantado.
Lo primero es la pregunta que mucha gente me hace cuando me ven con los trastos. ¿Eres torero? Y mi respuesta de siempre, voy a la Escuela Taurina de Salamanca. 
Lo segundo es también la pregunta que me hacen mucho, ¿Pero has toreado? Y mi respuesta de siempre, es el primer año en la escuela, todavía es pronto.
Luego hemos hablado durante 20 minutos (El tren ha llegado con retraso) una buena conversación de las que a mi me gustan. Los hombres vivían en Francia, concretamente en Dax aunque nacieron en Salamanca. Desde pequeños eran taurinos y no entendían porque prohibían los toros en Cataluña, aunque estaban contentos de las últimas noticias que indicaban que este año podrían volver. También hemos estado hablando de la gente que lo quiere prohibir. Ninguno de los 7 entendíamos el porque la gente quiere prohibir la tauromaquia y porque insultaban a la gente que entra dentro de una plaza de toros.
Luego uno de los seis me ha contado que el prefiere ver a un novillero antes que a un matador de toros. Me ha estado contando que el prefiere ver al chaval con la ilusión y las ganas de agradar antes que al matador de toros.
Otro decía que lo mejor sería no tener cornadas. Que el vio en Salamanca de joven una corrida de toros donde los 6 toros salieron malos y que les despacharon rápido. Hemos echo un minidebate improvisado los 7 donde he dicho que actualmente, si los novilleros o los matadores de toros no lo intentan por malo que sea al animal, al año que viene no le llaman. 
Luego ha llegado el tren y nos hemos despedido. 
Yo me he ido a mi asiento del tren tan contento tras hablar un rato de toros con gente que no había visto en mi vida .
El resto de la tarde ha sido un día normal de entrenamiento evolucionando e intentando mejorar y corregir los errores que tengo de salón.

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